- Porque a diario escuchamos las balaceras en las comunas.
- Porque continúan las fronteras invisibles cuya transgresión nos puede costar la vida.
- Porque salimos a la calle y no vemos la presencia constante de las autoridades llamadas a prevenir los delitos.
- Porque escuchamos las quejas de transportadores, comerciantes y vecinos de la diaria extorsión, sin que escape al actuar de los grupos criminales sector alguno de la sociedad.
- Porque leemos de los homicidios, atracos, violaciones, balas perdidas, sin descanso.
- Porque encontramos las medidas visibles de la Alcaldía como la prohibición del parrillero atentatorias contra los derechos fundamentales de los ciudadanos, estigmatizante, discriminatoria y perjudicial para miles de familias que tienen en la motocicleta un medio de transporte o de trabajo económico y digno.
- Porque hemos visto que se utiliza la fuerza contra manifestantes pacíficos que reclaman derechos justos, sin importar que entre ellos se encuentren mujeres embarazadas, niños o ancianos.
- Porque escuchamos que los llamados a protegernos entran en connivencia (sea por complicidad, tolerancia o desidia), con combos y ellos mismos cobran vacunas o extorsionan para su beneficio personal.
- Porque las soluciones que presenta la Alcaldía están fundamentadas en más y más fuerza pública y no en justicia social. En lo demás, promesas, no acciones o hechos concretos.
No
sólo no se da crédito a lo que afirma la Alcaldía, sino que se
perdió la confianza en la institución policial por los actos de
abuso, violación de derechos fundamentales y corrupción que a
diario vemos incluso con vídeos publicados en las redes sociales.
Pero
lo único con lo que responde la Alcaldía es con acciones de fuerza,
trayendo más personal armado que, en últimas, en vez de generar
confianza y ubicarse en los sitios estratégicos de la ciudad (donde
brillan por su ausencia) resultan en factores de preocupación.
Por
unos días, ante los reclamos ciudadanos, ubican algunas patrullas o
hacen retenes; pero a los dos o tres días de nuevo desaparecen.
Medidas
de política criminal brillan por su ausencia; mejoras reales en la
educación y el tiempo que niños y jóvenes permanecen
escolarizados, estímulos de capacitación para el trabajo digno para
los sectores desocupados, generación de condiciones para incremento
del empleo, entre otras que han probado dar resultado.
Igualmente,
cero tolerancia, tanto al interior de las instituciones para avanzar
en la disminución de los corruptos como en la judicialización de
los infractores de la ley. Deberían someter al polígrafo a todos y
cada uno de los integrantes de la Policía Metropolitana para que se
den cuenta cuáles reciben sobornos o vacunas, cuáles extorsionan,
cuáles abusan de su condición de uniformados, cuáles atropellan y
lesionan a la población civil, cuáles son asesinos de uniforme,
etc. Si lo hicieran de seguro serían sorprendidos por el tamaño de
la corrupción.
Entregar
la vigilancia a las instituciones constitucionales, no a entidades
privadas o semi-privadas con ánimo de lucro, que nos recuerdan las
Convivir que al parecer aún operan en sectores del centro y nos
remiten a los aciagos días del paramilitarismo y los falsos
positivos.
Mejora
en los medios de prevención y sanción del delito, sistematizar no
sólo los hurtos de vehículos con sus identificaciones, sino el
acceso a antecedentes penales para que a través de un control y
patrullaje constante se evite la reincidencia y si ocurriere no se
permita que el individuo que transgredió en múltiples oportunidades
las normas salga a la calle a más tardar al día siguiente de su
captura.
Pero
@AlcaldiadeMed en cabeza de Aníbal Gaviria @anibalgaviria cree que prorrogando la
violación de derechos fundamentales de miles de motociclistas saneará la ciudad.
Si
tienen alguna duda sobre la realidad de lo enunciado, adelante dejo
algunos de los links para que consulten directamente las noticias en
los medios regionales y nacionales.